LOS CORLÁRIDAS
El planeta Corlaria, hogar del pueblo Corlárida, se encuentra en lo más profundo de las tierras vírgenes, mas allá se expande, lo ignoto, lo desconocido e inexplorado, ninguna carta astral posee datos fidedignos y contrastados de esta zona ubicada en las fronteras del planeta Ankorak, sede de los exploradores Triterian y último punto de contacto con las civilizaciones humanas.
Es un mundo no carente de belleza, pero duro para vivir, con paisajes que se extienden con interminables cortinas puntiagudas de cristales celestes, variados juegos del agua y el viento embriagando con penetrantes fragancias los sentidos del visitante.
Pocas formas de vida han logrado sobrevivir en la superficie del planeta, solo en sus helados océanos, la vida rebulle tras sus gruesas capas de hielo.
Únicamente en algunos meses de las estaciones de más calor, algunas se derriten en parte, mostrando sus tesoros del interior. Su azulado sol es pequeño y frío en comparación con los soles humanos, de tal forma que los Corláridas han creado los “Caral”, concentradores de energía.
En síntesis son dispositivos que permiten atraer hacía su interior toda la luz del sol posible, concentrándola y transformándola en energía pura. Los Corláridas se alimentan de energía pura. En algunos aspectos su morfología, es idéntica a la humana, en otros han evolucionado para poder adaptarse a esta nueva forma de asimilar energía. Cumpliendo la máxima de: “La energía, crea energía”.
Sus cuerpos captan la energía del sol, como el resto de las criaturas. En cierto modo es una especie de fotosíntesis humana, pero de mayor potencia. Simplemente se han adaptado para cubrir sus necesidades orgánicas, más elementales. En definitiva los Corláridas son un antiquísimo pueblo de gran sabiduría pero en decadencia, puesto que su número se ha ido reduciendo con el paso de los eones.
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